¡El vino sabe mejor si se sirve a la temperatura correcta! Por eso, en pleno verano es importante tener en cuenta este factor para que ni el calor ni una temperatura de servicio demasiado baja puedan arruinar tu copa de vino. Sigue leyendo para conocer los grados centígrados ideales para servir cada tipo de vino y así potenciar todos sus matices, aromas y sabores.
No hay una temperatura de servicio única, igual que no hay un solo tipo de vino. La temperatura ideal dependerá de la variedad del vino ante la que nos encontremos, su elaboración y, por supuesto, del gusto personal de cada uno. Sin embargo, como recomendación y para multiplicar las sensaciones de tu copa de vino, aquí os dejamos una serie de consejos y claves a tener en cuenta.
La temperatura ideal según el tipo de vino
Seguro que has oído eso de que los tintos deben servirse a la denominada como «temperatura ambiente». Una expresión que comenzó a usarse hace algunos siglos en los castillos franceses, cuando aún no existían las calefacciones, las construcciones eran mucho más frías y la temperatura ambiente rara vez superaba los 16 grados. Hoy la temperatura de cualquier hogar suele rondar los 23 grados, por lo que conviene huir de esta regla no escrita sobre la ‘temperatura ambiente’, si queremos disfrutar de un buen vino en todo su esplendor.
Pero como decíamos al inicio, los grados centígrados recomendados para servir los vinos también dependeran de su elaboración. Así hay diferencias entre los vinos jóvenes y los vinos con crianza. Para los primeros se recomienda una temperatura de servicio en torno a los 12 y 15 grados. En cambio, los vinos tintos con una crianza en barrica de entre 6 y 12 meses se deberían servir a una temperatura algo más elevada, de entre 14 y 17 grados. Por último, los tintos reservas y grandes reservas admiten a una temperatura de unos 17 grados.
El verano suele asociarse a vinos más frescos, jóvenes y de variedades blancas. Si ese es tu caso y no concibes tus días de paella y terraza sin una copa de vino blanco busca siempre su temperatura recomendada.
La grados centígrados ideales para los vinos blancos jóvenes deberían estar entre los 7 y 10 (algo menor que su equivalente en tintos). Y es que este tipo de vinos, por encima de 10 grados resaltarían demasiado sus aromas secundarios y su alcohol, mientras que por debajo de 7°C, perderíamos sus sutiles aromas hasta casi parecer un vino insípido. Los blancos con crianza y carácter tostado admiten una temperatura de servicio mayor, entre los 9 y los 12 grados.
La temperatura para los rosados se sitúa muy cerca de los blancos, entre los 8 y los 12 grados. Sin embargo, las temperaturas de servicio más bajas se reservan para los espumosos, los cuales se suelen servir entre los 6 y 8 grados.
Consejos para tomar el vino siempre a la temperatura perfecta
Para evitar tener que llevar siempre el termómetro encima, aquí te dejamos unos cuantos consejos que te ayudarán a mantener el vino siempre a su temperatura ideal:
– Regla de los 2/3. No llenes nunca la copa por encima de los 2/3, y así evitarás que la bebida se caliente.
– Usa siempre una cubitera con hielos y agua para mantener la botella de vino fresca.
– Evita los frigoríficos y, por supuesto, los congeladores o cualquier otro aparato similar para enfriar el vino. Los cambios bruscos de temperatura pueden dañar las propiedades y características de un vino.
– Sujeta la copa por el tallo y evita hacerlo por el cáliz o harás que el vino se caliente rápidamente.
– Evita el vino muy frío, pues podrías perderte muchos de sus aromas. En general, un vino demasiado frío pierde todo su sabor.
Sigue estos consejos para mantener la temperatura recomendada y conseguirás multiplicar las sensaciones que te transmiten nuestros vinos y disfrutar de toda una experiencia enológica para los sentidos.
One comment on “A qué temperatura consumir el vino”
Marta Pardo
Este artículo me ha encantado porque no conocía esta información. Recientemente, adquirí unos estuches de vino personalizados y, por este motivo, esta información me interesa.