Un fragmento de la historia y un sorbo de tradición se entrelazan en las croquetas, esas delicias culinarias que ostentan una herencia tan variada y rica como los vinos con los que se emparejan. A pesar de considerarla parte de nuestra herencia, esta delicia no llegó a la península ibérica hasta los últimos años del siglo XIX, originaria de Francia, donde su nombre proviene del verbo croquer (hacer crujir) y su forma diminutiva femenina croquette (que podríamos traducir como “crujientita”). Su fama no tardó en extenderse por toda España, los Países Bajos y Sicilia. Fue Louis de Bechamel, un distinguido cocinero al servicio del rey Luis XIV, quien sentó las bases para lo que se convertiría en este apreciado aperitivo. Las croquetas se popularizaron en Europa como una forma elegante de utilizar restos de comida, brindando un vasto lienzo para experimentar con diversos sabores. Su aceptación se disparó tanto en lujosos palacios como en humildes tabernas, adaptándose siempre a los paladares y productos regionales. Hoy día, en la celebración del Día Internacional de la Croqueta, honramos este legado culinario junto a los distinguidos vinos de Vinícola de Castilla, que capturan la esencia de su entorno y la dedicación de quienes los elaboran. Nos sumergimos en una exploración de maridajes consagrados y aventuramos a introducir propuestas innovadoras, todos meticulosamente elegidos de nuestra colección.
Croquetas Tradicionales de Jamón con Guadianeja Tempranillo Alto Hungrao:
Este Tempranillo encarna la esencia de la tierra con su estructura equilibrada y notas sutiles de especias. El jamón, con su riqueza y sabor pronunciado, se encuentra con un vino que le da espacio para brillar mientras añade una capa de complejidad con su acabado redondo y persistente.
Croquetas de Pollo al Estilo Casero con Finca Vieja Tempranillo Crianza:
La crianza en barrica le otorga a este Tempranillo notas de vainilla y una suavidad que abraza el paladar. Marida con la simplicidad rústica del pollo, elevando un plato casero a una experiencia gastronómica, con cada sorbo realzando la suavidad y riqueza del relleno.
Croquetas de Bacalao con Pago Peñuelas Verdejo:
La frescura del Verdejo, con sus notas de hierba recién cortada y cítricos, corta la riqueza del bacalao como una brisa fresca. La acidez y los aromas frutales del vino se entretejen con la salinidad del pescado, creando una armonía que resuena con cada mordida.
Croquetas de Queso Azul con Pago Peñuelas Garnacha:
Con un carácter que desafía, este Garnacha es tanto robusto como refinado, ofreciendo una danza de frutas rojas y una sutil pizca de especias que juegan maravillosamente con la intensidad del queso azul. El contraste entre el picante del queso y la suavidad del vino es una experiencia que despierta todos los sentidos.
Croquetas de Setas Silvestres con Guadianeja Syrah:
Este Syrah, con su cuerpo medio y notas de bayas oscuras y tierra húmeda, es el compañero ideal para las setas. Los sabores terrosos se complementan y realzan.
Croquetas de Espinacas y Ricotta con Guadianeja Airén Encascado Alto Hungrao:
Este vino blanco, con su frescura y notas de frutas blancas y plantas aromáticas, resaltará la delicadeza de las espinacas y la suavidad del ricotta. La combinación de sabores creará un equilibrio entre lo cremoso de la croqueta y la acidez refrescante del vino.
Croquetas de Cangrejo con Finca Vieja Airén:
El Airén, conocido por su vibrante acidez y sabores a frutas de hueso y tropicales, será el compañero ideal para las croquetas de cangrejo. Los sabores frescos y cítricos del vino complementarán a la perfección la dulzura sutil del cangrejo, realzando su sabor sin abrumarlo.
Croquetas de Chorizo con Finca Vieja Tempranillo:
La estructura y los sabores de fruta roja del Tempranillo armonizarán con la intensidad y el picante del chorizo. Este maridaje resaltará tanto la riqueza del vino como la especiada y robusta naturaleza del chorizo en las croquetas.
Consejos Finales para Maridar:
– Respeta la Integridad de los Sabores: Cada maridaje está pensado para respetar y realzar los sabores de las croquetas y los vinos. Busca la armonía entre los componentes, permitiendo que cada uno brille sin opacar al otro.
– Experimenta y Personaliza: No dudes en experimentar con diferentes combinaciones. Los gustos personales juegan un papel importante en la percepción del maridaje perfecto.
– Conoce la Historia: Cada vino y croqueta tiene una historia. Conocer su origen y elaboración puede añadir una capa extra de apreciación y disfrute a tu experiencia.
El maridaje entre croquetas y vino es una celebración de la historia, el sabor y la innovación. En Vinícola de Castilla, cada vino es una expresión de nuestra pasión y compromiso con la calidad, y cada maridaje es una oportunidad para explorar nuevas dimensiones de sabor. En este Día Internacional de la Croqueta, te invitamos a sumergirte en este mundo de posibilidades, donde cada bocado y cada sorbo son un homenaje a la tradición y la creatividad. ¡Salud y disfruta de la magnífica unión de croquetas y vinos!