Ya está aquí Septiembre, el mes de la dieta por excelencia. Llega el momento de liberarse de esos kilitos de más que nos hemos traído como ‘souvenir’ vacacional. Pero hoy os traemos una buena noticia: no es necesario renunciar al vino para adelgazar. En este post te contamos cómo hacerlo.
En el mundo de las dietas no todo es renunciar. Hay pequeños placeres, como disfrutar de una copa de vino en buena compañía, que podemos mantener siempre y cuando se haga con moderación (un par de copas al día), acompañado de una dieta saludable y ejercicio diario. Y es que, pese a lo que muchos piensan, una copa estándar de vino contiene menos de 80 calorías.
Un aspecto importante que debes tener en cuenta a la hora de seguir tu plan healthy food es qué tipo de vino elegir. Te recomendamos optar por una referencia con bajo contenido alcohólico (ya sea blanco, tinto o rosado), pues el aporte calórico será también más bajo.
Por otro lado, tampoco debes olvidarte de las cantidades de azúcar que contienen los vinos. Si nos fijamos en su color, los tintos suelen contener menos azúcar que los blancos. Así, los vinos dulces deberán quedar totalmente descartados si quieres mantener la silueta. Su propio nombre y su sabor ya son indicativos de la elevadísima cantidad de azúcar que contienen.
Pero si aún no tienes claro si puedes tomar vino durante la dieta, a continuación te damos más razones por las que algunos expertos recomiendan incluir el vino en las dietas de pérdida de peso de manera saludable:
– Acelera el metabolismo, lo que permite consumir gran parte de las calorías ingeridas sin que estas se acumulen en el cuerpo y, por tanto, ayuda a no engordar tanto.
– Actúa como ‘quemagrasas’ y reduce el colesterol. El resveratrol, un polifenol presente en el vino tinto, tiene propiedades antioxidantes y ayuda a reducir los niveles de colesterol malo acumulado en las arterias, lo que además disminuye el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
– Ralentiza la formación de células grasas. Algo positivo para aquellas personas que quieran perder peso.
Vino o cerveza ¿cuál engorda más?
Y si comparamos al vino con su eterno rival, ¿quién ganaría la batalla de las calorías? Según algunos expertos la clave está en la cantidad que se consume. Así, la cerveza engorda más sencillamente porque tomamos más cantidad. Y es que una copa de vino contiene menos volumen que una caña o un tercio. Pero si encima optamos por disfrutar de la cerveza en lata, uno de los formatos en los que más se consume esta bebida, las calorías se disparan.
Pero además, la mayoría de nutricionistas desaconsejan incluir la cerveza en dietas de adelgazamiento al tratarse de una bebida que combina alcohol e hidratos de carbono, derivados de la malta (un tercio de las calorías de la cerveza provienen de ahí).
En definitiva, podemos decir que bajar de peso y disfrutar de una copa de tu vino favorito es posible.